lunes, 28 de noviembre de 2011

Gloria Lenhoff, una gran soprano con Sindrome de Williams.

La gente con síndrome de Williams destaca mucho en el sector de la música, tienen un gran oído para esto, así pues, vamos a hablar un poco sobre una chica con estas características. 


Probablemente no hayas oido hablar jamas de ella, pero su caso es asombroso. Se llama Gloria Lenhoff, y tiene una extraña enfermedad, conocida como el sindrome de Williams.

Quienes la padecen tienen graves discapacidades... y asombros dones. Unos picos tan grandes como profundos son sus valles, de tal forma que han causado la fascinacion de los que han estudiado esta enfermedad.


Gloria tiene 44 años, y un coeficiente intelectual de 65 (por debajo de 90 se considera que las personas poseen cierta deficiencia). Es incapaz de sumar 5 mas 6, y tampoco puede dar cambio de un dolar o calcular las distancias antes de cruzar la calle.


Tampoco es capaz de leer un pentagrama ni entender las notas musicales... pero sin embargo la música es su regalo. Ella tiene un diapasón perfecto, una voz alta de soprano y una memoria similar a la de los ordenadores, que le permite cantar 2.000 canciones en 25 idiomas.


Gloria no empezó a andar cuando debería haberlo hecho. Ni habló tampoco en su momento. Los doctores la diagnosticaron como "retrasada mentalmente." En la escuela la pusieron en clases de educación especial.


Cuando tenía 12 años, sus padres le regalaron un acordeón pequeño. Ella siempre había amado la música, amaba cantar, y los Lenhoff pensaron que ella podía ser feliz también con su acordeón.


Así ocurrió. Había algo instintivo en la forma en que la niña tocaba los botones y el teclado. Sus padres intentaron conseguir lecciones de música para ella, pero la mayoría de los profesores querían que ella leyera música. Los Lenhoff encontraron a una profesora algo más flexible. Había enseñado a cantar a los presos en la prisión... y aceptó a Gloria como alumna.


Durante una celebración en una ceremonia judía fue cuando se dio a conocer por primera vez. Sorprendió a las personas asistentes cantando toda la obra entera en hebreo, la "Canción de Canciones", dijeron los Lenhoff. Ella tocó el "Vals Aniversario" con su acordeón.


Como ocurre con todos los padres de niños con deficiencias, lo que los Lenhoff querían era que Gloria se acercase lo más que pudiera a la normalidad. Ademas de seguir con sus clases de canto, tambien intentaron enseñarle autoestima. Aprendió a subir al autobús por sí misma y trabajó como ayudante de un maestro en una escuela de preescolar.


Durante todo ese tiempo, la familia no supo la naturaleza exacta de la discapacidad de Gloria. El síndrome de Williams no fue identificado hasta 1961, seis años después de que Gloria naciera, cuando un médico cardiólogo de Nueva Zelanda, el cardiólogo pediátrico, J.C.P. Williams, halló similitudes específicas en un grupo de sus pacientes.


Esas similitudes incluyen fallos en el corazón, personalidad abierta y rasgos faciales de duende: narices pequeñas y algo respingonas, ojos hinchados, orejas grandes y bocas con labios anchos. Se produce en uno de cada 20.000 nacimientos.


No fue hasta 1988 que los Lenhoff escucharon las palabras "Síndrome de Williams". Ése era el año en que Gloria y su música eran destacadas en un documental de la television, titulado "¡Bravo! Gloria," hecho por Arlene Alda.


El programa fue aireado a nivel nacional, y los Lenhoff empezaron a recibir cartas y llamadas. "Mi hijo tiene Síndrome de Williams," decía toda la correspondencia.


Los científicos creen que a aquellos afectados con el síndrome les faltan unos 15 o más genes de uno de sus cromosomas, genes que controlan varios aspectos físicos, de comportamiento y habilidades cognitivas. La causa de este defecto no es conocida, ni puede prevenirse. Es, según los especialistas, un accidente genético.


Ellos quieren saber, por ejemplo, por qué tantas personas de Williams tiene habilidades verbales tan poderosas, incluso talento para la narración, aun a pesar de su moderado Coeficiente Intelectual.


También están intrigados por casos como Gloria Lenhoff, con un talento musical aparentemente innato. Algunos tienen un ritmo misterioso, aprendiendo rápidamente a pegar golpes complejos en un tambor. Otros escriben sus propias canciones, o tienen una percepción especial para la armonía.


La verdad es que el ser humano nos sorprende cada dia, y enfermedades como esta... resultan de lo mas intrigantes, no crees? Espero que te haya resultado interesante la informacion, Muchas gracias por tu visita... y por tu solidaridad 


Aquí en este video podemos ver la gran habilidad que tiene Gloria con el acordeón....
                                                                                                                                                                                      


                                                                                          
Y aquí en este otro video podemos ver la gran voz que tiene Gloria cantandonos una de las tantas canciones que sabe...